-¿Te parece que Hamlet
se enojaría si vos (su prima) y yo (su novio) tuviéramos algo
sexual?
-No, para nada
-contestó con la velocidad de quien tiene lista la respuesta-.
-Bueno, yo estoy
completamente afín, te aviso.
en pelotas en el campo pintó |
Estábamos las dos
desnudas tiradas en sendas reposeras a la sombra de una morera. Diez
minutos antes, ya en bolas (ni bien nos quedamos a solas se sacó
todo: así de nudistas son estas europeas, y yo no me quedo atrás),
nos habíamos fumado mi último porro. Guardó silencio y no tardé en poner otra fichita: espero que mi pregunta no te haya
incomodado.
-No, en absoluto -aseguró- ninguna incomodidad.
Se levantó
para ir a buscar frutas o al baño (muy nudista pero no se atrevió a
hacer pis en el pasto) y cambié de lugar las reposeras (algo que
veníamos haciendo cada tanto para no perder la sombra de los
árboles, que también se movía), que siguieron paralelas
compartiendo una misma dirección pero ahora en sentido
opuesto: la mía de frente al Norte y la suya hacia el Sur. De modo
que cuando volvió a recostarse pude dedicarme a mirar su hermosa
concha rozagante y ella -de a ratos al menos supongo- a estudiarme la
pija, que iba y venía en los clásicos cambios de estado que
exacerban el sol, el calor y el aire libre, cosa que apenas me
ocupaba en disimular levantando la pierna que quedaba de su lado en
momentos especialmente tensos. Para no ser guarango. Hasta que medio
abrió las piernas y abandonó su centro a mi observación descarada.
-Qué bien se ve tu
concha desde acá -dije al cabo de unos minutos, era verdad-.
-Un punto de vista
inmejorable -comentó con una sonrisa.
-¿La puedo tocar?
después salimos a
caminar
|
Sentí entonces las henchidas paredes sonrosadas, las superficies mullidas, los
bordes multicolores, el clítoris y el punto g. Cuarenta minutos más
tarde estábamos a full.
Más tarde me manifestó
dudas sobre su respuesta a la pregunta que había iniciado la deriva.
Le dije que por mi parte estaba cien por ciento seguro no sólo de
que Hamlet no se iba a molestar sino de que incluso le iba a dar
alegría saber que nos habíamos entendido a tal punto, pero se lo
había preguntado para sacar el tema y darle una excusa, en caso de
que no tuviera interés, para negarse.
Así fue: estábamos en
pelotas en el campo y pintó garchar :)