viernes, 22 de junio de 2018

nado sincronizado

   -Te parece que nademos uno de cada lado? Así no nos chocamos; si viene alguien más hacemos la circular..
    Se lo digo al que está en el andarivel donde entro a nadar. Completo la frase haciendo un redondel con el índice. Me dice que sí (no todxs aceptan esta redistribución del agua: a la mayoría, seteada para ir por un lado y volver por el otro, la idea de variar la perturba seriamente). El flaco tiene unos 25 menos que yo, es potente y flexible (más que yo espero que no), y lleva traje de baño de lycra corto de los que se han vuelto a usar ahora sobre todo en piletas, encima éste tiene bandas flúo a los costados. con su anuencia me echo al agua de mi lado y por obra de las pausas y velocidades de pronto nos hallamos nadando crol a la par, vamos y volvemos juntos por el andarivel. Como por obsesión de simetría tanto a la ida como a la vuelta giro la cabeza hacia el mismo punto cardinal (que es el
nadadorxs tras un vidrio empañado
lado de él), lo veo nadar junto a mí, acompañarme. De ida miro su pecho lampiño y su axila que se abre con la brazada, su cuello sus antiparras ahumadas y tras ellas supongo los ojos que me miran bajo el agua; a la vuelta veo el perfil de su cuerpo y su espalda lisa cuando levanta el brazo opuesto; nos vemos mutuamente en el silencio subactuático al dar al mismo tiempo la vuelta estadounidense en cada extremo de la pileta. Él también me verá al girar hacia mí la cabeza para respirar cuando vamos, y cuando al volver mira el suelo tal vez me adivine en la periferia de su ojo, de modo que como si fuéramos ballenas hermanas o amantes nadamos juntos. Hasta que después de cuatro o cinco piletas de nado perfecto a la par, nos cansamos (no del espectáculo, sino de darlo) y nos volvemos a independizar. Más tarde nos volvemos a unir brevemente, pero sin la magia original, no estamos dispuestos a sostener esa ternura, fue de una sola vez.
    Cuando se cumple mi media hora me recuesto en la pared, todavía dentro del agua, y una mujer mayor, abogada retirada, me da conversación desde el andarivel de al lado. Estudio italiano dice, el próximo idioma es el alemán, y agrega: hay una ferrari ahí, en referencia al guardavidas que nada dos carriles más allá. En eso hace una de sus pausas mi compartidor de andarivel.
    -Me crucé de lado en un momento -dice con una sonrisa.
    -A todos nos pasa.