viernes, 26 de agosto de 2011

compleja personalidad animal

Bien tratados, los chanchos alcanzan grados de domesticidad similares a los de un perro, acostumbrándose a responder por su nombre al llamado del amo. Cada vez son más quienes tienen cerdos como animal de compañía. A los chanchos les gusta que les rasquen el lomo y en general suelen mostrar buen humor e inteligencia, curiosidad y un notable sentido de la orientación: la televisión los hipnotiza. En el marco de su piara desarrollan complejas estructuras sociales, forjando con algunos miembros de su comunidad lazos afectivos especialmente estrechos, que prevalecerán mientras dure la existencia común y constituyen auténticas (y a veces desgarradoras) historias de amor.
Estos rasgos, suficientes para delinear una rica personalidad animal, han posibilitado que sean protagonistas de numerosos relatos (el célebre Los Tres Chanchitos, sin ir más lejos). A su verosímil y fácil humanización contribuyen su cutis semisonrosado, la versatilidad de su aparato fonador y las expresivas líneas de su rostro. El cerdo llega a tener orgasmos de 30 minutos y es uno de los 12 animales del Zodíaco Chino.
Compañeros de la civilización desde el origen, los chanchos tienen también lugar en sus creencias: así, en el norte de Córdoba los lugareños aseguran que por las noches se aparece una chancha que arrastra cadenas por las vías del tren produciendo un estruendo infernal. Se la considera el ánima de una mujer condenada a purgar sus pecados convertida en ese monstruo, y es prácticamente imposible verla: se desvanece si alguien intenta acercársele.

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