Me anuncian un cataclismo -y cómo hacer para sobrevivir-
Un
chabón en una fiesta (descripción generosa) me aturde con la
versión del próximo gran cataclismo, que ocurrirá en 2012 de
acuerdo con diversas predicciones (los mayas, dice) y las innúmeras
“señales” que ha dejado un nuevo mesías (que pone en serie con
Abraham, Jesucristo y no sé quién más), que vive en la India y se le manifestó, se comunicó con él (hizo que partes de él, el
chabón, más precisamente una mano, se materializaran en la India,
donde se la acariciaron amigos que visitaban al gurú; yo me
preguntaba si el tal “avatar” -una manifestación de la divinidad
en el plano terrestre, según me explicó el chabón- también podría
materializar mi pija en otro lado, para que esté en más de un lugar
al mismo tiempo y sea palpada de la misma forma amorosa que su mano,
si bien esta idea obsesiva era producto de las drogas que había
consumido esa noche).
El
punto es que el tipo me recomendó estar en la India en 2012,
puntualmente en los Himalayas, pues sólo en esa región de la tierra
hay garantías de sobrevivir al cataclismo. Le di oportunidad de que
me convenciera -lo escuché-, algo que no ocurrió. Finalmente
concluí que aún en el caso de llegar a creer que habrá tal cataclismo y que
vastas secciones de Argentina quedarán sepultadas bajo el agua, no
viajaré a la India en 2012: prefiero morir con lo que conozco y
quiero antes que encarar un viaje para salvarme de un Apocalipsis
arbitrario y pedante. Si de todos modos morirá toda la gente que
quiero. Qué me importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario